4ª Semana. Día 5º
1ª meditación
Me encuentro en la presencia del Señor, envuelto en su amor. Él quiere darse del
todo a mí. Yo quiero entregarme del todo a Él. Voy a contemplar el amor que Él
me tiene y el amor que yo he de tenerle. estoy delante de Él recibiendo
beneficios y devolviéndole amor por amor. Me rodean los ángeles que interceden y
me ayudan a devolver amor por amor.
Mi mirada se dirige el corazón de Dios y a mi propio corazón. Dios - yo -
relación amorosa. Estos dos amores van a ser objeto de esta larga contemplación
que prácticamente va a llegar hasta el fina de los Ejercicios.
Señor, concédeme conocimiento interno de tanto bien que he recibido; que
pretende hondo en la multitud de cuanto he recibido y en su valor. Tus
beneficios me animan a considerar la grandeza de tu amor. Quiero ser agradecido.
Quiero corresponder; y amarte con caridad perfecta; no solo con el sentimiento,
también y sobre todo con obras de apostolado, de difusión del Evangelio.
Mi oración se eleva a Ti, Dios mío, con todo el fervor. He de ser agradecido.
Gracias. He de corresponder a tu amor; ayúdame. A través de todos los Ejercicios
veo tu amor creador y tu amor salvador; y te he dado palabra de servirte. En
estos días que faltan para terminar los Ejercicios, lleno de agradecimiento,
quiero recordar mis propósitos; plasmarlos en la reforma de mi vida, comenzar
lleno de amor llevarlos a la realidad. Dame gracia estos días para contemplar tu
Bondad divina, tu misma esencia, aunque sea un poquito, Señor, para amarte más,
para quererte muchos más. ¡Señor, siempre contigo!
Quisiera, Señor, concretar estos Ejercicios en una vida mucho más perfecta. Y va
a ser así porque aunque "nada soy, todo lo puedo en Aquel que me conforta". ¡Que
desde ahora, Dios mío, lo obre todo en Ti!
Tú eres, Señor, amantísimo, misericordioso, justo, la misma Bondad. Eres digno
de ser amado. ¡Te amo! ¡Virgen María, ayúdame a amarle! Señor, tu amor no tuvo
principio ni tendrá fin. Abraza a todos los hombres, a toda la Creación;
convertiste la Majestad Divina en criatura humana y a los hombres en hijos de
Dios. Me lleno de amor agradecido a Ti. Porque además te poseo sacramentado para
ser alimento, amigo y fortaleza. ¡Qué grande, ancho y profundo es tu amor!
¡Padre nuestro!
Está beneficiando continuamente a la humanidad: creación, redención,
sacramentos, conservación, los dones particulares de tu Providencia a cada
criatura. Todo esto es un acto de amor puro de Ti, amor de comunicación. A
través de la creación se despliega tu Omnipotencia, tu Sabiduría, tu
Misericordia y tu Bondad. Tú nos mas, Señor, y deseas ser amado por nosotros. Te
devolver amor por amor.
CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR. 2ª PARTE
4ª Semana. Día 5º
2ª meditación
Yo he des corresponder al amor divino. Y esta respuesta no es otra cosa que
imitar las perfecciones divinas. Devolverte, Señor, todo lo mío y devolverme a
mí mismo a Ti. Todo es vuestro, Dios mío, no quiero apropiarme algo tuyo. Te lo
devuelvo lleno de amor. Dispón de mí según quieras, y cuando quieras. Quiero
asemejarme e identificarme contigo en la medida de mis posibilidades. ¡Guarda,
sí, en mí la imagen del hombre celeste! Busco mi unión contigo. Unir mi
entendimiento al tuyo. Mi alma se siente sobrecogida cuando piensa en tu
grandeza. Te adoro con devoción. Deseo y te pido vivir continuamente en tu
presencia: Tú eres infinitamente bueno para mi. Eres el ser más amante, más
amable, más amado. Deseo, pues, Señor, mantener una presencia calurosa, una
verdadera y continua amistad contigo.
Mi amor, Jesús, no debe quedarse en meras palabras. Ayúdame a que se transforme
en obras, porque "todo lo puedo en Aquel que me conforta". Sigue, oh buen Jesús,
dándome oportunidades para influir en tu Reino. No debe bastarme tener el
entendimiento y corazón en Ti. Que he de hacer algo en tu Reino. Ayúdame y dame
fuerza en la voluntad para que realice obras por Ti. Deseo estar unido a Ti en
la vida práctica y te lo pido, Padre por medio de tu Hijo. Que te encuentre,
Señor, también en tus criaturas, porque estás en ellas animándolas y
conservándolas. Y así, Jesús, que todo mi trabajo y recreo sea oración.
Yo me ofrezco del todo a Ti. Así lo deseo, ayúdame a que nada me reserve porque
"vuestro soy y para Vos nací". por medio de esta entrega total deseo consagrarme
a Ti. , estar como desposado con tu voluntad divina.
Tú sabes, Se, que te amo; te lo repito como Pedro: Tú lo sabes todo. Y que el
"amor de Dios se derrame en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha
sido dado". (Rom. 5,5) Adoro tu amor. Adoro tu presencia en todas las criaturas.
Adoro tu real presencia en la Eucaristía.
Creo y me apoyo en el Espíritu Santo que ha venido a formar parte en nosotros el
divino amor: amor de acción en las obras, de afecto en los sentidos, amor en
Cristo. ¡Atráeme con fuerza! ¡Sagrado Corazón de Jesús en Vos confío! Jesús, Tú
has amado al Padre por encima de todo; eres mi mejor modelo de amor a Dios. Todo
sea por la gloria de Dios. Enséñame, Jesús, a amar al Padre. Enséñame a vivir
unido a la Trinidad.
CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR. 3ª PARTE
LOS BIENES DE DIOS. RECORDARLOS
4ª Semana. Día 5º
3ª meditación
Ver los dones que de da el Señor; recordarlos. Pensar cómo he de corresponder.
Agradecer.
Aquí estoy, Dios mío, en tu presencia. Voy a recodar todo lo que me has dado a
lo largo de mi vid. Me has dado, Señor, el alma, hecha a tu imagen y semejanza y
capaz de ser elevada al orden sobrenatural. Y me la has dado sin negocio para
Ti. por purísimo amor. Gracias, Señor. Has puesto la felicidad eterna para mí.
Gracias., Señor. Has colocado en mi alma el entendimiento con el que puedo
discurrir y me pones en él la capacidad de elevarlo hacia Ti. Algún día puede
llegar a tu visión intuitiva. Me lo das por puro amor, porque para Ti nada
necesitas. Gracias., Señor. Has puesto en mí la voluntad que durará eternamente,
igual que el entendimiento. con ella me das capacidad para abrazar y hacer el
bien. Todo por puro amor, pues para Ti nada necesitas. Gracias, Señor.
Y me has hecho nacer en una época llena de fe. Era fácil entonces creer y
practicar. Y he nacido en una familia piadosa, que me envolvió en amor. Me has
hecho crecer en un ambiente sano: catequistas, sacerdotes, buenos ejemplos,
escuela. 1Señor, abrasadme en vuestro amor para daros las gracias!
Me has dado un cuerpo tan complejo y tan uno. Una maquinaria de materia
orgánica, maravillosa. Muy unido al alma. Podrá participar por toda la
eternidad, unido a mi alma en una dicha sin fin. Has puesto en este cuerpo unos
sentidos con los cuales me puedo relacionar y valerme. Me sirven para mis
necesidades diarias. con ellos puedo gozar de la belleza de la naturaleza, de
los paisajes y perfumes, de los manjares agradables, de la música sonora, de
millares de placeres solícitos. Gracias, Señor. Has puesto en mi entorno los
frutos de la tierra, el calor, las estaciones, los animales, plantas, aves,
peces, vestido... En el hogar un nido de amor. Amor conyugal, amor de padres a
hijos y de hijos a padres. Y me lo has dado con purísimo amor, pues tu de nada
necesitas. ¡Gracias, Señor! Toda la creación es un vasto incendio del amor
divino. Parece que todo me está gritando: somos un don de Dios para ti.
¡Gracias, Señor!
Y me has concedido el gran favor de la redención. Lo he ido analizando en estos
Ejercicios. Tu Hijo nacido de la Virgen María, muerto y resucitado para
salvarnos. Lo voy recordando ahora. Y me das la gracia santificante, la vida
divina de Jesús, que vale más que todas las riquezas del mundo. Me das la fuente
de la gracia, la oración, los sacramentos, y sobre todo el gran sacramento de la
Eucaristía. ¡Cómo te lo podré agradecer, Señor!
¿Y concretando aún más en mi persona? Salud buena durante gran parte de mis
sesenta y cinco años; bienestar económico, al menos en lo fundamental. Cultura
superior... Padres buenos creyentes y amantes; sacerdocio, esposa excelente;
hija buena y responsable; un montón de gracias actuales a lo largo de mi vida.
Hambre de Dios , buenos amigos muy piadosos y con ganas de santidad; un trabajo
con que saqué adelante mi vida y la de mi familia; mi gran conversión a los
quince años; sacarme del atolladero del celibato que era para mí fuente de
tristeza y angustia, verdadero callejón sin salida ni vuelta atrás y resultó
solucionado gracias al gran Papa Juan XXIII que abrió las puertas. Veo tu mano
providente, veo cómo escuchaste mi oración y me has guiado. Has sido a lo largo
de mi vida mi guía, mi escudo, mi refugio y fortaleza, mi orientador, mi Padre,
mi todo. ¡Gracias, Señor! ¡Gracias, Señor!
CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR. 4ª PARTE
LOS BIENES DE DIOS. Trabajo del entendimiento y de la voluntad
4ª Semana. Día 5º
4ª meditación
Dios mío, cuánto has hecho por mí: crearme, conservarme, elevarme al orden
sobrenatural, hacerte hombre por mí para salvarme, darte en alimento en la
Eucaristía... has creado el Universo con innumerables astros; la materia con
células y átomos cuasi infinitos. Has creado la gracia para que yo viva una
relación íntima contigo, Dios mío. Son dones de primerísimo amor y que han de
despertar en mí el amor a ti. Es lo que me ofreces un verdadero desposorio de
amor. ¡Cuántas gracias te doy y te seguiré dando por las perfecciones con que
adornas mi naturaleza, y por los infinitos medios que me ofreces para
conservarla y desarrollarla! Pues me has dado tanto, concédeme una cosa más: que
te ame con todo mi corazón, con toda mi mente; con todas mis fuerzas; con toda
mi alma. Que cuanto me has dado para mi bien, te lo devuelva centuplicado, como
el siervo bueno y fiel; que no me contente con enterrar mi tesoro sin hacerle
producir.
Pide, Dios mío, la razón junto con la equidad y la misma justicia, lo que debo
ofrecer a tu Divina Majestad. Padre mío, Dios mío y mi Redentor: te has dado
como Padre, amigo y esposo e incluso como alimento en la Eucaristía. Además,
quieres dame el Cielo por toda la eternidad. Quisiera entregarme en retorno todo
cuanto soy cuanto tengo. Dame gracia para que lo haga de una manera sincera y
total. Os suplico que aceptéis mi pobre oferta. Que la haga sin excluir nada,
Señor y Padre mío. "Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi
entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y poseer; Vos me lo distéis, a
Vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro; disponed de todo a vuestra voluntad.
Dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta".
Cogedlo, Padre, como os plazca. Lo hago con afecto de gratitud y deseo llegue a
ser caridad perfecta. Vuestro era cuando me lo distéis y vuestro sigue siendo.
Al devolverlo no se trata de desdén ni arrogancia, se tata del siervo un tanto
inútil, pero que no quiere enterrar su talento, por eso te lo entrego con lo que
haya producido. Quisiera que fuera más, pero no he llegado. Cuando me llames
definitivamente, irá - ese es mi deseo - más cumplida la medida.
Recibid, Padre, mis obras, mis pensamientos y todas mis cosas más de persona;
recibe mi libertad, por favor; que nunca me entre la locura de querer abusar de
ella contra tu ley y deseo. Acógela; guárdala, no permitas que jamás me aparte
de Ti.
Vuestro soy; para Vos nací. ¿Qué queréis, Señor, de mí? Recibe, Padre, mi haber
moral de fama y nombre y de prestigio. No deseo quedarme con nada, porque todo
es vuestro. Eso sí, dadme vuestro amor; dadme vuestra gracia para afrontar esta
última etapa de mi vida con dignidad sacerdotal y cristiana, con la dignidad del
hijo de Dios y amigo de Dios. Te lo pido todo por Cristo nuestro Señor, y unido
la Virgen María, nuestra madre.
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CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR. 5ª PARTE
OMNIPRESENCIA AMOROSA DE DIOS
4ª Semana. Día 6º
1ª meditación
Dios mío, todo me habla de Ti. Todo es como una epifanía. Te haces presente en
el mineral por puro amor; con más amor aún en el vegetal, ser animado, y en el
animal y más aún en el hombre por cuanto está creado a tu imagen y semejanza.
Ayúdame a vivir con ojos de fe para verte en todas tus criaturas.
Sobre todo en el alma en gracia santificante estás presente como en un templo
vivo. Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, allí en total intimidad de amor. Te
hace presente en mi vida de una manera total en la Eucaristía, primero como
alimento en la comunión; como el amigo más íntimo en el Sagrario para oír más de
cerca mis súplicas; para recibir más de cerca mi adoración. Te adoro, presente
en el Sagrario, para oír más de cerca mis súplicas y recibir mi adoración. Te
adoro presente en el Sagrario, Jesús. Permaneces día y noche como en lugar de
cita amorosa. Presencia de amigo que es dulzura, expansión e intimidad. Te haces
presente como víctima en el sacrificio de la Misa.
Fuera de mí te haces presente en los seres materiales que me elevan a Ti, y más
aún en los seres animados y en las personas. Dentro de mi estás presente con
todos los grados de presencia posible. Por eso me fijo en la más insigne de las
presencias: la inhabitación de la Santísima Trinidad y más aún la real presencia
Eucarística en la Comunión y en el Sagrario. ¿Qué más puedo pedir?
Agradezco tu amor y me entrego del todo a Ti como única respuesta. Debo
corresponder mirándote presente en todas las cosas como lo han hecho los santos.
Nada ni nadie puede ya ser indiferente para mí. Soy un cielo en la tierra al ser
templo de la Santísima Trinidad. He de recogerme en mí mismo para hacer actos de
fe, esperanza y caridad y de entrega al Señor: "Me entrego a Ti, Dios Padre; me
entrego a ti, Dios Hijo; me entrego a Ti, Dios Espíritu Santo". Dadme, Señor,
vivir esta presencia tuya alrededor de mí. Cuando vivo, cuando me muevo, cuando
estos; en Dios vivimos, nos movemos y existimos. Cuando miro a mi interior, te
adoro y te amo, Oh Dios uno y trino. Pero sobre todo, cuando me acerco a
comulgar, la fusión contigo es perfecta. Dadme fuerza para no distraerme en esos
momentos, para ser más consciente. Y habitar en la casa del Señor todos los días
de mi vida.
CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR. 6ª PARTE
DIOS TRABAJA POR MÍ EN TODAS LAS COSAS CREADAS
4ª Semana. Día 6º
2ª meditación
Señor, te miro de una manera especial en la Eucaristía; irradias amor. Deseo hoy
mirar cómo el Padre, la Trinidad plena, trabajáis - oh mi Dios único - en
preparar todo para servicio del hombre; para mí. Miro el Universo; el sol que me
calienta; los planetas del sistema solar; todas las estrellas que son millones y
millones de sistemas solares. Detrás de todo estás Tú, mi Dios, dándole fuerza;
conservando las leyes que creaste. ¿Y qué diré de las leyes que rigen el mundo
animal y vegetal, de los frutos de las plantas y de los animales? Todo se rige
con sabiduría y amor, aunque no comprenda cómo puede suceder.
Señor, y trabajas en mí desde el primer momento de mi existencia. Las leyes de
tu naturaleza, mis padres que las aplicaron, tu bondad que creó de la nada un
alma para mí, han desembocado en fabricar mi persona individual, que jamás se
repetirá ni dejará de existir. Y en el orden sobrenatural, todo lo fuiste
preparando para mí: mis primeros padres pecaron; prometiste un Redentor y
preparaste su venida con los patriarcas y los profetas; hasta que nació en
Belén, vivió, sufrió pasión y resucitó. Y todo para tus hombres que se apartaron
de ti en su origen. Todo para mí.
Trabajas sobrenaturalmente en mi alma: mi bautismo, mi conversión, los
sacramentos, el sacerdocio y el matrimonio. Cada día infundes en mi alma
inspiraciones santas. Si correspondo voy aumentando en mí la gracia santificante
y los méritos. Y esta actividad tuya en mí es mayor y más delicada que la
ejercida en la naturaleza sobre los seres inanimados e irracionales. ¿Cómo te lo
agradeceré, Señor? Debiera vibrar siempre como ahora y más, porque solo te debo
agradecimiento. Si me pongo a discurrir sobre estos misterios, ayudado por la
fe, aumenta más mi embeleso por Ti, mi Dios. Oh Trinidad, primer motor del
Universo, el amor te tiene en continuo trabajo por mí. En el Altar, en el
Sagrario, en el Celo, la Segunda Persona de la Santísima Trinidad aboga por mí
continuamente. El amor, oh Jesús, te sujetó al trabajo por mí.
Infúndeme, Padre, un amor total de caridad y agradecimiento, en respuesta al que
venís mostrando por mí en toda mi existencia.
"Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda
mi voluntad; todo mi haber y poseer; Vos me lo distéis, a Vos, Señor, lo torno.
Todo es vuestro; disponed de todo a vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y
gracia, que ésta me basta".
Señor, Tú trabajas por mí. Esto es para volverme loco de amor. No lo haces por
tu bien, pues nada necesitas. Es solo por manifestar tu amor hacia los hombres,
y en concreto hacia mí. Yo debo trabajar y obrar en todo por Ti, con exclusiva
pureza de intención. Ayúdame a no desviarme, a ordenar siempre mi vida. Y
ayúdame a confiar, porque, aunque mis fuerzas sean escasas, Tú te encuentras
detrás de todo y todo lo puedo en Aquel que me conforta. Siempre me ayudas, y yo
debo entregarme. Debo dejar obrar a Ti en mí. "El amor no siente la carga, ni
hace caso de los trabajos; desea más de lo que puede y no se queja" (Kempis 1-3
c.5) Enséñame, Señor, a recibirlo todo de tu mano, especialmente lo
desagradable.
CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR. 7ª PARTE
TODO VIENE DE DIOS, COMO LOS RAYOS, DEL SOL
4ª Semana. Día 6º
3ª meditación
Centro, Señor, en Ti la mirada. Contemplo tu grandeza. Te miro como sol
maravilloso de amor, de donde irradia todo bien. Todo cuanto existe es imagen
tuya. Las cosas descienden de ti como de su primer principio; descienden de ti,
como de su causa ejemplar. Las irracionales son meras huellas o "rastros" de
Dios. -... ¡decid si por vosotras ha pasado... - son gotitas de aquel mar sin
fondo. El hombre en su naturaleza es verdadera imagen de Dios, como su reflejo.
El hombre tiene espíritu y además imita las virtudes y santidad de Dios. El
Universo es como un templo grandioso en el que cada criatura es un himno para la
gloria de Dios. Las piedras, los bosques y mares, las plantas y las flores, los
peces y las aves... todos son un eco del himno eterno de gloria con que se
glorifica a sí mismo Dios. ¡Bendecid al Señor mares y ríos, fuentes y aves;
bendecid al Señor todas las criaturas! ¡Bendice, alma mía, al Señor!
En el Universo no hay más que una realidad central que es Dios; todas las demás
cosas son como imagen flotante de Dios, apariencias de ser, más que realidad,
que sirven para conocer las perfecciones de Dios. Pero la naturaleza no es Dios;
es un reflejo de Dios.
Ayúdame, Dios mío, a subir de las criaturas, reflejos tuyos, hacia Ti, y a
amarte más y más por tu gran gloria. Tu inmensidad se refleja en las dilatadas
llanuras, en el horizonte sin fin de los mares y desiertos. ¡Dios mío, qué
grande eres! ¡Bendito seas, Señor, Dios del Universo! ¡Y cómo te reflejas en el
mundo sobrenatural de la gracia, en la fortaleza de los mártires, la intrepidez
de los apóstoles, la candidez de las vírgenes, el heroísmo de los confesores...!
¡Qué reflejo son de Ti las virtudes...! ¡Y los ángeles, y los santos, y la
Santísima Virgen María! ¡Bendito seas, Señor, por todos los santos y por la
Inmaculada Virgen María!
En todo, Señor y Dios mío, quiero amarte y servirte con todo mi ser, con el
corazón de todos los santos y ángeles y de la Santísima Virgen María. Y todo lo
bueno mío es un reflejo de tu bondad. Todo desciende de Ti, Señor, como del sol
el rayo. ¡Bendito seas, Señor, alabado seas por el bien que has hecho en mi!
Gran empeño pones en hacerme imagen viva y sobrenatural, cada vez más
participante de tu naturaleza divina; cada vez más hijo adoptivo por la gracia,
y con más derecho a la gloria eterna! Haz que mi ser se sienta desarrollado en
ti, o mejor aún, que tu ser divino se desarrolle en mí. "Tomad, Señor, y recibid
toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber
y poseer; Vos me lo distéis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro; disponed
de todo a vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta".
Vengo de Ti, Señor, mi vuelta a Ti ha de ser total y absoluta; hasta perderse mi
ser en Ti, como el río se pierde en el mar.
Nunca he de amar nada por sí mismo. Todo por Ti: todo ser creado s digno de
amor, porque por Ti fue creado. Lo único que no debo amar es la negación de
Dios, el pecado.
Amar a Dios en todas las cosas... Amar todas las cosas en Dios... En Él nos
hallamos como en nuestra causa eficiente.... En Él nos encontramos como esponja
en el mar. Amar a Dios en Jesucristo y a Jesucristo en Dios. Jesús es la imagen
perfecta y sustancial del Padre.
Señor, quisiera vivir en continua comunicación íntima contigo; que todo
obstáculo que de mí parte, pueda impedirlo. Te amo, Señor, Padre, Hijo, Espíritu
Santo, por tus perfecciones infinitas con mi ser entero, en unión de los santos,
los ángeles y de la Virgen María. ¡Sagrado Corazón de Jesús, en Vos confío! Sea
ésta mi vida desde ahora y por toda la eternidad: un acto continuo de amor a
Vos. Colmadme con la gracia de vuestro amor.
CONTEMPLACIÓN PARA ALCANZAR AMOR. 8ª PARTE
INTERCAMBIO DE AMOR
4ª Semana. Día 6º
4ª meditación
Es propiamente la última meditación de los Ejercicios de mes. Ocho meditaciones
dedicadas a la contemplación para alcanzar amor. Y podrían ser ochocientas.
Señor, ven en mi ayuda. Que no quiero nunca separarme de Ti. Tú te has entregado
del todo a mí; es verdad que no solo a mí, pero también a mí, y me has amado con
un amor de privilegio. Y he responderte con amor de privilegio. Ese es mi deseo.
¿Cuántos hay tan mimados de Ti como yo? Traído a este mundo, bautizado,
eucaristizado, convertido, hecho sacerdote, desposado, reconvertido varias
veces, premiado ahora con un mes de Ejercicios. ¿Cómo te tengo que amar? ¿Cómo
ha de ser mi vida? Lo cierto es que hasta el presente no he sabido corresponder
a tu amor. Nunca mejor que a mis quince años; en aquel cuarto curso de
humanidades. Me duele, Señor, no haber sido tuyo como te lo había prometido
tantas veces. ¿Al menos me servirá para tener un poco más humildad? He pensado
muchas veces sobre el modo de mi total conversión, pero nunca ha llegado. He
meditado también mucho en aquella frase de San Pablo: "Nada soy, pero todo lo
puedo en Aquel que me conforta". Y sí me he convencido de la primera parte, del
"nada soy"; pero la segunda, "todo lo puedo en Aquel que me conforta", nunca se
ha grabado del modo debido en mí. Quiero, Jesús, arrancarte ahora, en esta
última meditación de Ejercicios, que me concedas de verdad el convencimiento
interno de que todo lo puedo en Ti. Que me ayudes a superar mi miseria, pero con
la convicción a la vez de que no soy nada, porque si me creo algo, habré echado
todo a rodar. Todo lo puedo en Ti, todo lo podré en Ti, pero no como un reto a
mi amor propio, que no se trata de esto, sino como una correspondencia a tu
amor. Porque amor con amor se paga. Me has dado por una parte lo mismo que a
todos los cristianos y sacerdotes, pero por otra, he sido un privilegiado. Lo
más grande, el darnos la Eucaristía, el pan vivo bajado del Cielo. ¿Cómo
corresponder a tanto amor? Me has excitado continuamente hacia tu amor. Por todo
esto mi vida ha de ser un canto continuo a tu amor y a tu misericordia. Ven,
Señor Jesús.
Sé que este amor a Ti he de demostrarlo en mi amor al prójimo. He de demostrarlo
también en mi espíritu de oración y de mortificación; en mi trabajo por tu
Reino. El resto de mi vida ha de ir por estos cauces. Así te lo pido, Padre, por
medio de Jesús, por medio de la Virgen María. "Tomad, Señor, y recibid toda mi
libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad; todo mi haber y
poseer; Vos me lo distéis, a Vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro; disponed de
todo a vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y gracia, que ésta me basta".
TRINIDAD SANTÍSIMA
4ª Semana. Día 7º
Meditación última
Creo con toda la fuerza de mi fe que soy templo vivo de la Santísima Trinidad.
Mi Dios , Dios verdadero es el Dios uno y Trino de la Biblia, el Dios de la
Revelación. Me siento creado, elevado, redimido por mi Dios. Él, Uno y Trino, me
rige y gobierna, me ayuda en su providencia; jamás temeré. Yo debo reaccionar
ante esta sublime realidad, y reacciono: Me siento tranquilo y silencioso en su
presencia. Me siento en su presencia con profunda humildad. Él en mí y yo en Él.
Este Dios, Trinidad, presente en mí inicia el coloquio. Yo he de responder. Dios
Hijo: me has amado y te has hecho hombre por mí; y te has hecho Eucaristía. Dios
Padre: me has creado; me das al Hijo. Dios Espíritu Santo: estás en mí obrando
mi santificación. Os adoro Trinidad santa. Dios mío: has impreso en mí la imagen
del Hijo; me has marcado con el carácter indeleble de cristiano, de confirmado y
de sacerdote. Te adoro y doy gracias. Me das ayuda y virtudes continuas para
vivir en intimidad y oración contigo. Gracias. Te adoro. Me das gozo en el alma
para que no olvide esta relación. Gracias.
Contigo, Jesús, tengo como más confianza; no en vano has asumido la naturaleza
humana. Por eso, además de pedirte y adorar al Padre en tu nombre, tengo mayor
confianza. Deseo identificarme más contigo por la fe y amar. ¡Padre nuestro que
estás en el Cielo! ¡Padre! Me gustaría extasiarme en esta palabra como los
santos.
Ven Espíritu Santo llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el
fuego de tu amor. Enséñame a conocer mejora Jesús; enséñame a escuchar el clamor
divino; santifica mi alma.
Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. En el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el nombre del Señor. Amén.
REFORMA DE VIDA O
ELECCIÓN DE ESTADO
A partir de la meditación de dos banderas, cada ejercicitante ha de ir pensando
y elaborando su reforma de vida, si es persona que tiene ya un estado elegido, o
la elección de estado, cuando todavía no lo ha determinado. Todo esto conviene
escribirlo con el fin de leerlo con frecuencia después de Ejercicios. Es un
medio de perseverancia.